Último tramo a Puebla, día 16, julio 21

Salí de Perote a las 10 y la autopista me dio la bienvenida con muy buen clima muy fresco y un sol cálido, poco tráfico y paisajes de montaña y vegetación un tanto árida pero muy agradables.

Había columpios con algunas subidas y bajadas, pero en general era plano hasta la primer caseta, a partir de ahí comenzó un buen tramo de subida pero no tuve mayor complicación, todo parecía a favor, después de un rato de subir, el odómetro marcó los 1700km justo antes de entrar a un tunel de 500mtrs de largo y después de eso vendría la bajada más larga de 4km y rápida (62km/hr.). Hasta ese momento todo iba muy bien, pero al llegar a la segunda caseta los polis me explicaron que no podía circular más sobre la autopista, apesar de que ya solo faltaban 40km para llegar a Puebla; me dijeron que debía bajarme, tomar un tramo de terracería e irme rumbo a Huamantla, Tlaxc. lo que sumaría de 20 a 30km más, así que sin discutir con ellos hice lo sugerido, desviando la ruta, un poco más adelante encontré un granjero con sus vacas y le pregunté la forma de incorporarme a la pista sin pasar por la caseta y me dio una serie de instrucciones para pasar por un pueblito, unos ranchitos y siembras hasta llegar a la cerca cortada y entrar a la autopista. Estando ahí, me di cuenta de que había una camioneta de esas que vigilan la autopista, de sacar ciclistas y auxiliar a los automovilistas. Tuve que esperar mientras me comía una torta y enseguida comenzó a llover, luego a granizar y todo se puso color de hormiga... Semi mojado, muy enfriado por la granizada y sin poder seguir por la patrulla. Esperé unos 30 minutos, el agua se quitó y la patrulla se fue, así que me apresuré a incorporarme, continué unos 10km con un poco de lluvia y viento en contra y de pronto hizo su aparición de manera sorpresiva la patrulla. El tipo muy amablemente me explicó que de ninguna manera podía continuar, así que me dio la opción de avanzar un poco más para tomar una desviación a San Pablo, un pueblo por donde podría llegar a Puebla usando la carretera federal, lo que me pareció la opción menos viable, primero por el tiempo, se haría de noche, luego la lluvia que seguiría por mas rato y la distancia. Definitivamente iba a ser muy arriesgado ir por un camino federal con lluvia y de noche, sin saber la distancia y el tiempo aproximado, además del factor tráfico, así que opté por lo que en un principio me pareció inaceptable, pedir un aventón, al menos hasta cruzar la caseta que eran 30km, y así fue, subí la bici a una camioneta y cruzamos la caseta, más adelantito me bajé y continúe los últimos 20km hasta el centro de Puebla, apenas entrando a la ciudad tuve mi segunda ponchada de todo el viaje, cambié cámara y seguí antes de que me agarrara la lluvia y así fue como concluí, haciendo mi entrada triunfal al centro de Puebla, donde habría de encontrarme miles de gentes todos en su onda fue muy simpático verme en esa situación, a nadie le interesaba un sujeto que venía en bicicleta desde lejos; y aunque supe todo el tiempo que esto solo era asunto de saber mis posibilidades y conocer mis limitaciones donde todo es uno contra uno mismo, en ese momento lo tuve que reafirmar. No se puede buscar reconocimiento en ninguna circunstancia, la cosas hay que hacerlas por el simple gusto y beneficio de hacerlas, incluso, ni por beneficio propio.

Ofrezco mi viaje al beneficio de todos los seres sintientes, ofrezco el esfuerzo como un compromiso de continuar en el camino a la libertad y agradezco a todos quienes estuvieron presentes en mi mente y corazón, Maestros y compañeros, dándome la oportunidad de continuar. A todos los seres que encontraron la muerte sobre la carretera, humanos, perritos, aves, insectos, caballos, tlacoaches, coatís, mapaches, etc, etc. por mostrarme la impermanencia de tal manera, enseñanza de crucial importancia. Que todo sea auspicioso.